Cuidados del Cerezo

Los cerezos son árboles que necesitan cuidados durante todo el año y que van cambiando su aspecto a lo largo de las estaciones. El padrino del árbol (o familiares o amigos que él designe) podrán venir a visitar su cerezo siempre que lo deseen y participar en todos aquellos procesos en los que se sientan interesados. Los cuidados que necesita este frutal son:

El Abonado: 

El sistema de abonado más utilizado sigue basándose en estiércoles y en el  enterramiento de malas hierbas. Este abonado natural se complementa en ocasiones con enmiendas nitrogenadas, cálcicas o potásicas, según las necesidades del suelo.

La época adecuada para abonar es DICIEMBRE.

La Poda: 


El objetivo de la poda de los frutales es el de lograr una estructura que permita a la planta soportar una gran carga de frutos durante el mayor número de años posible. La poda también limita el tamaño de la planta a fin de facilitar la realización de otras tareas: cosecha, tratamientos sanitarios, aclareo, etc.

Otro de los objetivos de la poda es mejorar y regular la cantidad y, por lo tanto, la calidad de los frutos, consiguiendo una distribución armónica en todo el perímetro del árbol, favoreciendo la entrada de luz en su interior. Además, con la poda se consigue aumentar la vida útil de las plantas, reduciendo el número de ramas envejecidas.

La época adecuada para podar es DICIEMBRE-ENERO.

La Floración: 

En Extremadura, la floración de los frutales se produce A MEDIADOS DEL MES DE MARZO.

Las flores son fecundadas mediante el proceso de polinización realizado por los insectos. De las flores surgen los frutos.

La floración es una época ideal para visitar los árboles, que se encuentran en su máximo esplendor.
 

La Injertera: 

La injertera es una de las tareas más importantes en el cultivo del cerezo. De ella depende que el patrón que hemos sembrado en los meses de invierno  -que generalmente es reboldo o bravío- produzca la tan ansiada cereza.

También se utiliza la injertera para modificar la variedad en los cerezos que no dan la fruta esperada. A esta operación se le denomina "reinjertera", pues consiste en volver a injertar un cerezo que ya estaba injerto.

Se realiza en los meses de ENERO Y FEBRERO.
Recogida del fruto: 

La estructura minifundista de la propiedad de la tierra determina que, en la mayor parte de las explotaciones de la zona, la mano de obra sea de carácter familiar. La recogida de las cerezas precisa adiestramiento. Las cerezas han de recogerse a mano, de una en una, sin que quepan fórmulas mecanizadas sustitutivas por la delicadeza del fruto y la complejidad del sistema de cultivo. El sistema manual sigue siendo el único y más apropiado.
Para determinar cuándo está madura la fruta se observa el color y se palpa para comprobar su consistencia.

Comienza a principios de MAYO y finaliza a finales de JUNIO.

*Las fechas siempre son orientativas y dependen de la climatología.